Si partimos de la base de que la tecnología es parte indivisible de nuestra vida cotidiana, también lo será en la de nuestros hijos. No obstante, se debe utilizar de la forma correcta y en la medida justa, dependiendo de la edad de cada niño, ya que, de lo contrario, puede tener nefastos efectos en su salud y desarrollo.
La directora de Psicoeduka, Valeska Ananías, entrega algunas de las claves para el uso adecuado de los dispositivos móviles en infantes y adolescentes. Señala que, según varios estudios, los bebés de 0 a 2 años no deben tener ningún contacto con dispositivos portátiles (celulares, tablets y juegos electrónicos); de 3 a 5 años se debe restringir su uso a una hora diaria como máximo, y de 6 a 18 años a 2 horas por día.
“Lo negativo del uso de dispositivos móviles en la niñez sin un control apropiado es que se potencia el sedentarismo, existe el riesgo de que el niño acceda a contenido indebido, se genere insomnio por el interés de estar usando aparatos móviles, interfiera en el desarrollo del lenguaje y social, entre otros. En el aspecto médico está comprobado que los aparatos conectados a internet emiten radiaciones, y también su uso se asocia con el déficit atencional, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje y aumento de la impulsividad.”, advierte. Agrega que en menores de dos años este fenómeno podría incluso retrasar el desarrollo del habla.
Un factor muy relevante a considerar en el hecho de que los niños presten interés de forma temprana por los dipositivos móviles es el ejemplo que ven en sus padres, que ya sea por motivos laborales, sociales u otros, en su mayoría están constantemente conectados o atentos al celular.
A pesar de lo anterior, y dado que nos encontramos en una época donde la tecnología está presente en todas nuestras acciones y resulta muy difícil abstraerse de ella, es importante considerar que también hay aspectos positivos que destacar. “La tecnología educativa mejora el aprendizaje de los niños y, por ejemplo, proporciona imágenes coloridas y llamativas que a los más pequeños les encantan. La clave es que los niños usen la tecnología educativa específicamente dirigida a mejorar sus habilidades, en la edad y durante el tiempo adecuado, explica Ananías.
La experta resume la relación que debe haber entre niños y pantallas. “Los más pequeños deben permanecer alejados de la tecnología la mayor parte del tiempo posible para favorecer su interacción con los demás y el juego activo. Mientras que los niños en edad escolar pueden beneficiarse del apoyo de la tecnología, los más pequeños pueden presentar retrasos en el desarrollo y en su aprendizaje”, dice.
En Psicoeduka te entregamos algunas claves para aprovechar los aparatos electrónicos de manera positiva:
- En momentos libres o cuando haya que esperar, utiliza tu celular o tablet por algunos minutos para mostrarle a tu hijo algún video o juego educativo.
- Utiliza un sistema de control parental para evitar que el niño entre en webs o descargue aplicaciones inadecuadas.
- No dejes que tus hijos utilicen su dispositivo justo antes de irse a la cama, pues podría afectar su descanso.
- Estipula tiempos de uso máximo de las pantallas. A los 4-5 años no puede exceder de 30 o, como mucho, 60 minutos y siempre bajo tu supervisión.
- Educa con el ejemplo: Establece acciones conscientes del uso de las pantallas. Deja el teléfono en casa cuando den un paseo, cuando compartan o coman en familia o en otros momentos de interacción familiar.
Te invitamos a contactarnos cuando creas que el uso de las pantallas está interfiriendo en la conducta cotidiana de los niños y genera situaciones de conflicto familiar.
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