Al percatarse de que su hija Josefa presentaba un Retraso Global del Desarrollo generalizado, Maríajosé Llach decidió buscar apoyo y un diagnóstico claro para su pequeña. Fue así como, luego de la recomendación de una amiga cercana, llegó a Psicoeduka Viña del Mar en 2015.

En un principio, cuenta Maríajosé, fue muy complicado enfrentar la situación que vivía Josefa, porque “fui mamá por primera vez, vivía en Santiago y estábamos mucho tiempo solas Josefa y yo. El primer año fue el más duro. Muchos opinaban que había ‘algo’ en ella, pero el pediatra nos decía que todo marchaba bien, por lo que confiamos. Sin embargo, cuando Jo tenía un año y dos meses, nos cambiamos de pediatra y partimos con kinesiología y neurología”.

Posteriormente, y al llegar a nuestro centro, destaca que “han sido ya cinco años de mucho aprendizaje y apoyo, donde nos han ayudado a luchar por nuestra Jo en el sistema de educación tradicional. Los primeros años fueron los más difíciles, pero con el tiempo el colegio de nuestra hija nos ha abierto todas las puertas para ayudarla. Todo esto gracias a cómo nos ha guiado Valeska Ananías y el equipo completo de Psicoeduka. Desde el primer día que llegamos a Psicoeduka, nunca más nos sentimos solos”.

Respecto al trabajo y la metodología del Programa de Apoyo Escolar en el que participa Josefa, resalta que “me parece muy profesional, y lo que más me gusta es que se unen la familia, el colegio y Psicoeduka, porque todos son necesarios, todos hacen su aporte, pero es un trabajo sin duda de equipo. Ahora estamos sólo con psicopedagogía, pero tuvimos hartos años con terapia ocupacional, psicología y fonoaudiología, por lo que tengo la mejor opinión de todos los profesionales que han visto a mi hija”.

En el mismo sentido, agrega que “me gusta que Valeska, como directora, se compromete y se hace cargo de los niños, y no los abandona en el camino. Ella tiene metas propuestas para sus pacientes y hasta que no las logra no los deja. En general, el centro pasa a ser en períodos una segunda familia, en donde encuentras el apoyo y contención que necesitas”.

Finalmente, asegura que recomienda Psicoeduka a otras familias que atraviesen por situaciones similares a la suya. “Hace dos meses se lo recomendé a una amiga y empezó a asistir con su hijo, y lo hice porque sé que están en las mejores manos, que los guiarán con los profesionales del centro y los derivarán a dónde sea necesario para ayudar a ese niño o niña que llegue.”