La bipolaridad no es solo un asunto de adultos; los niños y adolescentes también pueden padecer este trastorno. Los niños con trastorno tienen cambios inusuales en su estado de ánimo, que pasa de forma brusca entre la felicidad y la tristeza. Los “altibajos” del trastorno bipolar no son iguales que los altibajos normales que todo niño tiene. Los síntomas son muchos más fuertes: vienen acompañados de estados de ánimo extremos, cambios en el sueño, el nivel de energía y la capacidad de pensar con claridad.
Ahora, ¿te has preguntado por qué algunas personas lo padecen y otras no? Aún cuando la ciencia no ha determinado cuál es la causa, hay varias cosas que pueden contribuir a la enfermedad. Los genes familiares pueden ser un factor, ya que algunos de los casos afirman que otros miembros del núcleo familiar también lo padecen. Otro factor es la estructura del cerebro o la función cerebral de la persona con el trastorno.
¿Cómo puedo ayudar a mi niño o adolescente?
Lo primero que debes hacer es obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado. Si crees que tu hijo puede tener el trastorno bipolar, haz una cita con su médico de familia para consultarle sobre los síntomas que nota.
Si su hijo tiene el trastorno bipolar, hay algunas cosas básicas que usted puede hacer:
- Ten paciencia
- Anima a su hijo a que hable y escúchelo detenidamente
- Sé comprensivo con respecto a sus episodios anímicos
- Ayúdalo a que se divierta
- Ayúdalo a entender que el tratamiento puede ayudarle a mejorar.
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