La integración sensorial es un proceso neurológico que organiza las sensaciones del propio cuerpo y las del ambiente, haciendo posible utilizar el cuerpo de forma efectiva en el ambiente que se encuentra. Con la integración sensorial se asimila y se da sentido a la información que nos proporcionan todas las sensaciones que vienen del cuerpo y del mundo exterior, que es captada a través de los órganos de los sentidos.
Los estudios científicos han revelado que el 15.5% de los niños en edad escolar de la población general tiene dificultades con la regulación sensorial de su entorno (Reynolds, et al, 2008) y perciben las sensaciones de manera confusa, lo que impacta en el nivel de alerta y atención, la autorregulación y organización. Por ejemplo, cuando hay trastorno de integración sensorial es posible que cierta información sensorial relevante y poco ambigua captada por los ojos sea omitida o llegue “con retraso” a la consciencia y que, por consiguiente no genere una reacción adecuada o en un periodo razonable.
Los principales síntomas de esta alteración dependen en parte de si se muestra hipersensibilidad a los estímulos o hiposensibilidad.
ALGUNAS SEÑALES DE ALERTA:
Hipersensibilidad:
- El niño evita estar cerca de luces brillantes, o bien muestra unos gustos muy particulares con la ropa que puede ponerse porque “le pica” o la siente demasiado.
- Le cuesta saber qué lugar están ocupando en cada momento las partes de su cuerpo, por lo cual se cae con relativa frecuencia y se siente poco hábil al manipular objetos.
- La alta sensibilidad a estímulos sensoriales cuya información no pueden procesar bien hace que estos pequeños se distraigan con mayor facilidad, ya que mantienen su mente ocupada con esta clase de complicaciones.
Hiposensibilidad:
- Buscar el contacto constante, Esto puede llevar a pedir ropa apretada, por ejemplo, o a pedir abrazos en todo momento.
- Mantienen una actitud inquieta. Están constantemente buscando la estimulación por varias vías, tratando de encontrar lugares con muchos elementos que tocar, sonidos interesantes, entre otros.
- Tienen una baja sensibilidad al dolor, aunque su cuerpo se dañe, reaccionan de un modo relativamente poco intenso.
TERAPIA
Según explicó Valeska Ananias, Directora de Psicoeduka, existen una seria de intervenciones orientadas a mitigar o disminuir los síntomas en los niños que lo experimentan principalmente en la primera infancia, con el objetivo de que no afecte un futuro desempeño escolar.
En este sentido, agregó que “las terapias están enfocadas en que el niño realice tareas de aprendizaje que requieran coordinar sus sentidos con el objetivo de que zonas específicas del cerebro, se acostumbren a trabajar entre si, aprovechando la plasticidad cerebral. Por esta razón es tan importante el diagnóstico e intervención temprana”, enfatizó.
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